La calma que antecede al huracán
El Presidente visitó Río Grande, Tierra del Fuego, en el marco del proyecto "Capitales Alternas". Foto: www.750.am
En el marco del lanzamiento del Plan Nacional de Viviendas, Alberto Fernández respaldó a su equipo de colaboradores luego de las incisivas palabras que Cristina Kirchner les dedicó a varios de los funcionarios de esta gestión el viernes pasado en el Estadio Único de La Plata y que todavía repercuten en el seno íntimo del Gobierno. "Yo solo tengo gratitud y reconocimiento para cada ministro mío, para cada funcionario, con cada empleado que trabajó a mi lado para mantener de pie a la Argentina" aseveró el Presidente desde Río Grande, Tierra del Fuego, en donde tuvo lugar la primera reunión del Gabinete Federal que dio comienzo al programa de Capitales Alternas (Ley Nro. 27.589) .
El responsable máximo del Poder Ejecutivo, quien garantizó que pasará su próximo cumpleaños -2 de abril- en la mencionada localidad fueguina, le brindó una importante muestra de apoyo a su entorno más cercano, el mismo que quedó bajó la lupa tras lo dicho por la Vicepresidenta de la Nación en el acto del 18 de diciembre, en el cual dedicó una parte de su contundente discurso para "todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo".
Más allá de esta caricia que el mandatario le otorgó a cada uno de los miembros que lo acompañan en el entramado político, hay muchos que ellos que ya vislumbran que su continuidad dentro del Gabinete tiene fecha de vencimiento. Y los principales apuntados tienen nombre y apellido de acuerdo a lo que comentan algunos allegados a CFK: Matías Kulfas (Ministro de Desarrollo Productivo), Matías Lammens (Ministro de Turismo y Deportes), Marcela Losardo (Ministra de Justicia y Derechos Humanos -y socia del estudio jurídico que comparte con Alberto), Claudio Moroni (Ministro de Trabajo), y Felipe Solá (Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto). A esta lista se le podría agregar el Ministro de Salud, Ginés González García, fuertemente cuestionado por su forma de implementar su método de combate ante al coronavirus y por sus indiscretas declaraciones en torno al manejo de la pandemia. El aval para que siga al frente de esa cartera, por estas horas, no es rotundo.
24 ciudades fueron elegidas "Capitales Alternas". Este programa comenzó hoy en Río Grande. Foto: www.ambito.com
¿Tendrá el Presidente un gesto de hidalguía con sus ministros como el que tuvo el día de hoy en la Provincia más austral de la Argentna y los ratificará en sus cargos, o apelará por meter mano así como se lo recomendara su amigo y diputado nacional Eduardo Valdés para conformar una mesa chica que se amolde con las perspectivas que pretende imponer Cristina de aquí en adelante y que sea más compatible con los lineamientos de la compañera de fórmula que condujo al poder al Frente de Todos?
Por lo pronto, todo sigue igual, o no. En un año desgastante por los estragos ocasionados por el COVID-19 (estamos al borde de los 42.000 muertos por esa afección) la permanencia de muchos de los funcionarios (que no funcionan) que forman parte del núcleo duro del Jefe de Estado pende de un hilo si es que la patrona del Senado consigue que su arremetida surta efectos. El arranque del 2021 podría estar repentinamente signado por las sustituciones a granel de varios de los lugartenientes del líder populista que ocupan los puestos más preponderantes en el engranaje de la alianza peronista gobernante.
Después de la fulminante proclama explayada por CFK durante el evento del viernes anterior, se dio inicio a la cacería de brujas de estos supuestos "infieles" que atentan contra los propósitos de la causa. En una especie de imitación de la modalidad perpetrada por la NKVD (el servicio secreto soviético antecesor a la KGV) de acusar, perseguir e incluso aniquilar a cualquiera que no se atreviese a vitorear al dictador Iosif Stalin, Alicia Castro, la ex embajadora argentina en el Reino Unido y en Venezuela, apuntó sin rodeos contra el Secretario de Medios de Comunicación de la Casa Rosada, Juan Pablo Biondi, y prácticamente "pidió su cabeza" porque a éste no se le ocurrió aplaudir a la ex Presidenta en las pausas empleadas para la articulación de su perorata, que se mostró impásible a pesar de las mordaces estocadas verbales que la titular de la Cámara Alta del Congreso destilaba con rabia hacia toda la cúpula ministerial y hacia los legisladores, ya sean oficialistas o no. Para Cristina, el enemigo también está en casa.
Asociación Democráctiva y Defensora de la Justicia
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