Dieciocho de enero: una fecha infame y triste
El domingo 18 de enero de 2015, una noticia
sacudía a todo el país. El fiscal Alberto Nisman, que investigaba la causa por
el atentado a la AMIA perpetrado en julio de 1994, fue hallado muerto en el
baño del departamento "2" del piso 13 que alquilaba, ubicado en la
torre Boulevard del complejo edilicio Le Parc de Puerto Madero, rodeado por un
charco de sangre producto de un disparo con arma de fuego en la sien derecha. Y
hace exactamente un año atrás, Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años de edad,
era víctima de un crimen salvaje cometido en la madrugada del sábado 18 de
enero de 2020 por un grupo de rugbiers que lo golpearon brutalmente hasta
quitarle la vida frente al boliche Le Brique de Villa
Gesell, en la Provincia de Buenos Aires. Ambos eventos conmocionaron a la opinión
pública de inmediato.
Las dos causas abiertas por estos episodios, que tienen un origen en común en cuanto a la fecha en la que se dieron a conocer los hechos, transitaron con rumbo dispar. Mientras que por el asesinato de Báez Sosa fueron detenidos ocho de los diez acusados, que pasan sus días encerrados en la Alcaldía Nro. 3 de Melchor Romero, en el Partido de La Plata, luego de que el juez de Garantías David Mancinelli y la Cámara de Dolores confirmaran la prisión preventiva. Matías Benicelli, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi, Máximo Thomsen y Ayrton Viollaz se encuentran aislados de otros reclusos dentro de la unidad carcelaria a la espera de saber si la causa será elevada a juicio oral, tal cual lo peticionara el Dr. Fernando Burlando, el letrado que representa a los padres de Fernando. El pedido de elevamiento a juicio oral presentado por la fiscal Verónica Zamboni ya está en trámite, pero el Juzgado aún no se ha expedido sobre la cuestión debido a la feria judicial. Los detenidos fueron imputados por ser penalmente responsables por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía en la persona de Fernando Báez Sosa y por el concurso premeditado de dos o más personas, por lo cual serían pasibles de ser condenados con la pena de reclusión perpetua. Además, también se le correspondería incluir las acusaciones por lesiones leves ocasionadas por los golpes propinados a los cinco amigos del adolescente muerto en la madrugada de aquel fatídico día de verano en la Costa Atlántica.
Ayer por la tarde se realizó una colecta solidaria en memoria de Fernando. "A un año, honramos tu recuerdo juntando alimentos no perecederos y útiles escolares para los que más lo necesitan" rezaba la leyenda con la que se convocó a los amigos y a sus ex compañeros del Colegio Marianista de Caballito para reunirse en el Parque Rivadavia con el propósito de ayudar a los más vulnerables en estas épocas de pandemia. Silvino y Graciela, los progenitores del joven asesinado, también participaron del evento. Y este lunes los vecinos de Villa Gesell realizaron un emotivo video en la puerta del local bailable donde ocurrió la tragedia para homenajearlo. La Municipalidad de aquella localidad balnearia colocó una placa conmemorativa y la jornada se cerró con una misa.
Un día antes de concurrir a la Cámara de Diputados de la Nación para formular su descargo ante la Comisión de Legislación Penal sobre la denuncia presentada el 14 de enero de 2015 por medio de la cual acusaba a la Presidenta en ejercicio en ese entonces, Cristina Fernández de Kirchner, junto con otros funcionarios del gobierno kirchnerista por la firma del Memorandum de Entendimiento con la República Islámica de Irán dos años antes en que se establecía un presunto encubrimiento en favor de los ocho iraníes imputados por el sangriento atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994, un crimen de lesa humanidad que acabó con la vida de ochenta y cinco personas y dejó más de ciento cincuenta heridos y cuantiosos daños materiales, el cadáver del fiscal Alberto Nisman fue descubierto por su madre y sus custodios cerca de las once de la noche del domingo 18 de enero de 2015 en el baño de su departamento situado en una de las torres de Le Parc, en Puerto Madero. El occiso fue encontrado en el suelo del sanitario sobre una enorme cantidad de sangre provocada por un proyectil eyectado de una pistola Bersa calibre 22 facilitada por Lagomarsino el sábado anterior según la declaración indagatoria del experto en informática. Desde entonces, las hipótesis que se barajan en torno a su muerte, que aún sigue envuelta en un halo de misterio, son tres: suicidio, suicidio inducido y homicidio. Luego de las notorias irregularidades que se pudieron apreciar durante la actuación en la residencia del difunto fiscal de la Policía Federal y de la Dra. Viviana Fein, la primera fiscal que obró en la causa -allí también estuvo Sergio Berni, el Secretario de Seguridad por aquellos días-, y de varios vaivenes suscitados, la jueza Fabiana Palmaghini se declaró incompetente y la investigación pasó al fuero federal en septiembre de 2016. Si bien en un principio los peritajes elaborados por la Junta Médica que trabajó en la autopsia del cuerpo y los que llevó a cabo la defensa de Diego Ángel Lagomarsino, el ingeniero informático que trabajaba con Nisman, inclinaban la balanza hacia el supuesto del suicidio, un informe efectuado por la Gendarmería Nacional en 2017 señaló que la causal del deceso se trató por un homicidio en el que al menos dos personas están involucradas como autores materiales. La Justicia tomó esta última hipótesis para que la investigación siga su curso, razón por la cual fueron procesados Diego Lagomarsino como presunto partícipe necesario y los cuatro custodios por incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos. A su vez, el juez interviniente argumentó que su muerte está relacionada con el desempeño de las funciones del abogado que tenía cincuenta y un años de edad y que fuera pareja de Sandra Arroyo Salgado, Jueza Federal de San Isidro -querellante hasta que luego decidió apartarse- con quien tuvo dos hijas -Iara, de 21 años, y Kala, de 14-, lo que es considerado un magnicidio.
Por el pacto rubricado por el ex Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Héctor Timerman -que murió en 2018- y por su par del mencionado Estado de Medio Oriente, Alí Akbar Salehi, que se transformó en ley y posteriormente fue declarado inconstitucional, la Vicepresidenta de la Nación fue procesada al igual que varios de sus funcionarios y otros personajes controversiales como son los dirigentes sociales Luis D´Elía y Fernando Esteche y el intermediador argentino-iraní Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, entre otros. Este es uno de los asuntos que más preocupan a la ex mandataria hoy en día.
El Presidente Alberto Fernández, quien participó de la marcha que tuvo lugar un mes de la muerte del fiscal bajo una lluvia torrencial, dilucidó una postura con un sesgo completamente opuesto al que creía en un principio y a la que también había aludido en el documental de Netflix "El fiscal, la Presidenta y el espía" -en referencia a Antonio Horacio "Jaime Stiuso- para que no continúen fomentándose las rispideces que existen entre los sectores que responden al Jefe de Estado y los que son muy cercanos a CFK, en lo que se entiende como un evidente gesto de sumisión ante su compañera de fórmula, quien se siente víctima del "lawfare" y entabla una encarnizada batalla contra las altas esferas del aparato judicial. Este dilema que se circunscribe en torno al fallecimiento de Nisman provocó una inusitada polarización en el seno de la política y dividió a la sociedad, pero la verdad del caso está lejos de esclarecerse.
Asociación
Democrática y Defensora de la Justicia.
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