Un parque de diversiones llamado República Argentina
Una vez más, la hipocresía se hace carne dentro de la política argentina. Con una situación económica y sanitaria apremiante, Alberto Fernández no tuvo mejor idea que organizar un vertiginoso periplo por Asia y por América Central programado para las próximas jornadas. El Presidente visitará Rusia, China y Barbados en el inicio del mes de febrero, y lo hará acompañado por una comitiva no tan numerosa como en otras ocasiones en las que le tocó viajar al exterior en la que estarán, entre otros, el Canciller Santiago Cafiero y los gobernadores de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof -recientemente dio positivo de COVID-19-, de Catamarca, Raúl Jalil, y de Río Negro, Arabela Carreras. Además, Mario Ishii, el polémico intendente de la localidad bonaerense de José C. Paz que en julio de 2020, en plena etapa de aislamiento obligatorio por la irrupción de la pandemia del coronavirus, fue grabado con una cámara oculta mientras mantenía una discusión con empleados municipales en la cual les dice que "Yo los cubro mientras venden falopa en las ambulancias", también formará parte del séquito diplomático que arribará junto con el mandatario argentino a las potencias de Oriente y también al pequeño estado tropical, en lo que será su primera actuación como titular de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El Jefe de Estado se reunirá con Vladimir Putin el próximo 3 de febrero en un momento de suma tensión en la región que abarca la frontera entre Rusia y Ucrania. La falta de tacto del gobierno argentino para recalar en Moscú cuando la fricción que se suscita entre el país más extenso del mundo y la ex república soviética que logró la independencia en 1991 y afín a los intereses de Occidente está llegando a su punto más álgido, ya que desde el Kremlin han dado la orden de desplegar tropas a unos pocos kilómetros de los límites territoriales ucranianos con la intención de impulsar una posible invasión, lo que podría desatar un conflicto bélico de proporciones incontrastables. Veinticuatro horas más tarde, el Presidente será recibido por Xi Jinping, el líder del Partido Comunista (PCC), con quien mantendrá encuentros por tres días para celebrar acuerdos bilaterales. Fernández fue invitado por la máxima autoridad de la República Popular China para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y para recorrer la Gran Muralla. El acercamiento geopolítico del referente del Frente de Todos con Putin y con Xi no es una buena señal para la administración de Joe Biden, que mantiene una postura totalmente antagonista con los regímenes totalitarios de Moscú y Beijing.
Hace muy poco tiempo, Santiago Cafiero estuvo en Washington DC para entablar una conversación formal con Antony Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos, en la cual le aseveró al funcionario de la administración demócrata que la Argentina tiene intenciones de llegar a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para la renegociación del crédito stand by que le concedió el organismo multilateral de crédito al gobierno de Mauricio Macri por 44.000 millones de dólares en 2018. Sin embargo y, a pesar del denuedo que imprime Martín Guzmán por alcanzar un acuerdo con el FMI, el viernes vence el deadline para el pago de una cuota por poco más de setecientos millones de la moneda norteamericana. Con las reservas flacas del Banco Central y más allá del año récord marcado por las divisas acumuladas por las exportaciones de commodities -principalmente la soja y el maíz- , por estas horas parece una quimera que el Gobierno pueda girar ese dinero para no entrar en una prematuro atraso o cesación de pagos. Una de las alternativas sería utilizar parte de los fondos que se incorporaron de manera excepcional por los Derechos Especiales de Giro (DEG).
Si bien el Ministro de Relaciones Exteriores recibió el apoyo por parte de la mayor potencia del planeta -Estados Unidos es además el principal accionista del Fondo Monetario Internacional como así también del Banco Mundial-, por ahora parece no haberse una solución viable para reestructurar la deuda. La Directora Gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, ha mantenido diversas comunicaciones con el Presidente de la Nación y con el titular de la cartera de Economía, pero hasta aquí no hay indicios de que haya un plan concreto para comenzar a cancelar las obligaciones con la entidad crediticia más relevante a nivel universal, que le ha solicitado a la coalición gobernante que aplique un ajuste para alcanzar los objetivos, algo que Alberto Fernández declaró estoicamente no estar dispuesto a efectuar, aunque en parte de haya otorgado un guiño implícito hacia la petición formulada por el FMI. La indiscriminada emisión monetaria para la financiación de la administración central el BCRA a las arcas del Tesoro Nacional ("impuesto inflacionario") han contribuido inexorablemente para que la inflación continúe elevándose paulatinamente (fue de 50,9% en 2021), para que el peso siga por el sendero de la constante depreciación y que el dólar libre o blue marque récords de cotización y supere la brecha cambiaria con el oficial por más del cien por ciento, y para que repercuta con efectos que han provocado un impacto muy negativo en la percepción de los salarios y de las jubilaciones, en la llegada de inversiones de relieve y en la producción de puestos de trabajo.
(*) Asociación Democrática y Defensora de la Justicia.
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